Cuando estaba empezando la facultad, nos mudamos a un departamento en Caballito, una tarde, cuando ayudaba a mamá a colgar la ropa en la terraza, la vi por primera vez. Era una mujer morena de cabello negro y largo, algo ensortijado y una curva que casi perfectas. De mirada profunda y cautivante, no la pude sostener cuando me miró. A la semana la cruce en la puerta del edificio y sonrió de una forma que entendí tiempo mas tarde, ella no era una mujer, era una traviesa. Esa noche soñé con poseerla y a la madrugada desperté todo mojado, me había acabado y la calentura me seguía. Fui al baño tomé una crema para manos y me metí hasta tres dedos en la cola, acabando en ése instante. Toda esa semana me la pasé metiéndome cosas en la cola y soñando con que ella me cogiera, se me había convertido en una obsesión. Pasaron unos días y al entrar en el ascensor, puede verla en el fondo, me acomodé de espaldas a ella, mirando la puerta y en seguida pude sentir su mano en mi cola. Me quedé duro, no lo podía creer, se me acercó al oído y me dijo, muero por esta cola. Me puse todo colorado porque pensé que la habían escuchado y me bajé rápido cuando llegó el ascensor a mi piso. Estuve toda la noche masturbándome con los dedos metidos en la cola, fantaseando con que ella me penetraba. Yo soy mas bajo que ella, pero de cuerpo atlético, piernas fuertes y una cola salida que enloquece a las mujeres y en la escuela me hizo pelear más de una vez, pero nunca había tenido la fantasía de que me penetre, era la primera vez y ella lo había logrado. A la semana se repite la escena, pero ella esta vez fue más lejos, me toco de tal manera que no sabía de qué color ponerme porque me moría de vergüenza de que alguien me viera, pero ahora aflojé la cola y sentí su mano bien metida entre los cachetes y tocándome el ano. Esa noche me masturbé hasta tarde con el desodorante metido en la cola una y otra vez. Dos días mas tarde, me alcanza en la calle y me dice, Esteban (sabía mi nombre) me llamo Tamara, por favor disculpame lo del otro día, es que me gustas con locura y no hago más que pensar en vos, pero te juro que no va a suceder más, te invito el sábado a tomar mates a mi departamento así puedo disculparme. Te espero a las 4 de la tarde. Hasta el sábado fue la espera más larga de mi vida y juro que mi cola, fue penetrada con cuanta cosa encontré en esa carrera desesperada de ser poseído por ella. A las cuatro subí, diciendo en casa que volvía tarde y toqué timbre. Me atendió en ropa de gimnasia, yo fui con un pantalón corto porque era verano y pasé. Ella estaba hermosa y hablamos de nuestras vidas más de dos hora, comimos torta preparada por ella y tomamos mates, luego vino lo que había esperado. Ella me besó muy dulce y parados nos tocamos por todas partes. Me decía que la tenía loca y que soñaba con mi cola al tiempo que me la tocaba toda, de repente me baja los pantalones me turbé y le dije no, espera un poco, no te confundas, yo no soy homosexual. La cara le cambió y la dulzura se le fue mirá nene, hasta acá te traje tocándote el culo, no vengas a hacerte el machito ahora. Tenés que entender que te gusta la verga y te voy a enseñar lo que es bueno, acá en casa coge mamita Se me vino el mundo a bajo, no sabía qué decir, sentí que la cola se me dilataba con solo esas palabras y que estaba dominado totalmente. Ella me dijo vamos a la pieza y la seguí, me desnudó todo y se desnudo. Pude ver el miembro mas grande que había visto y me dio mucho temor, pero ahora ella volvía a ser dulce, había ganado la batalla. Me besó la boca y me recorrió el cuerpo, luego me chupó la cola de una manera que casi me muero, la lengua entraba y salía sin resistencia, el tratamiento que me había dado, me iba a aliviar el dolor. Me puso en cuatro y me untó el ano con bastante gel mientras me decía que tenía una cola de locos, que era gorda y salida como a ella le gustaba y que me iba a hacer su puta para siempre. Despacio comenzó a penetrarme con los dedos durante un tiempo largo hasta que por fin pude sentir la punta que comenzaba a metérmela. Me apoyo la pija en la cola e intentó meter la cabeza, cuando entró, me nalgueó y me dijo, abrí el culo puta que para eso viniste, y de un envión me la metió toda. Intenté salirme pero no pude, me tenía de los hombros y tenía toda la pija adentro. Se quedó quita al tiempo que me decía que iba a ser su puta para siempre y que en un minuto no me dolería más. Cuando se me acostumbró la cola, me dieron la mejor cogida de mi vida, se movía en redondo, luego entraba y salía y en un momento me hizo parar y caminamos por toda la habitación, totalmente ensartado y loco de placer. Me hacía mover la cola mientras caminaba diciéndome a ver cómo mueve la cola la puta de mami. Me tendió boca abajo, con una almohada a la altura de mi pito y me quedó toda la cola levantada, sentí la punta entrando lentamente hasta la base y luego un movimiento corto pero fuerte que entraba y salía mientras me besaba el cuello y me decía que nunca se había cogido a una puta con esa cola. Luego nos bañamos y me dijo que me fuera, que cuando quisiera verga, que viniera a buscarla que me iba a estar esperando. Llegué a casa sin saber si había sido real o vivía un sueño, la cola me dolía y me había sentido totalmente humillado y dominado, pero jamás había sentido placer tal como el de esa tarde. Igual me asusté y no fui por dos semanas, hasta que me volví a encontrar en el ascensor. Quedamos solos y escuché parece que la puta culona no ha necesitado verga, o la habrá conseguido en otro lado No le contesté, me quedé duro y me baje en el piso mío, cuando llegué al baño, me di cuenta que con solo decirme eso, se me había dilatado la cola completamente. Me metí cuatro dedos en la cola, luego el desodorante mientras me hacía la mejor paja de mi vida pensando en que ella me cogía de nuevo. Al otro día fui a verla y le dije que teníamos que hablar, hasta que no te des cuenta que sos mi puta y que te gusta mi verga y te morís porque te coja, disculpame pero no tenemos nada que hablar, me abrió la puerta y me echó de su departamento. No sabía qué hacer y las veces que la crucé, ni me miró, era evidente que me tenía en sus manos y que iba a terminar consiguiendo lo que quería. A la semana, la paré en la calle y le dije si podía ir a visitarla, Mirá Esteban, los dos somos grandes y sabemos lo que pasa, acá la pijuda soy yo y la culona sos vos, si entendés eso seguimos, sinó, seguí vos por tu lado que yo sigo por el mío Cada vez que me decía esas cosas, la cola se me abría en el acto y me daban ganas que me cogiera ahí mismo. Si, lo que vos digas le dije, entonces me dijo que esa noche fuera a dormir con ella, si es que aceptaba las condiciones. Esa noche dije que me quedaba en lo de un amigo y fui, cuando entré me beso muy dulce y me dijo que me había extrañado con locura, me llevó a la cama, me desnudó y me tiró de espaldas, levanté las piernas y me chupó un rato la cola haciéndome decir que la amaba que iba a ser su puta siempre y que me cogiera que estaba loco por ella. Me puso crema y me metió toda la verga despacito sin que mi ano pusiera resistencia alguna, cuando la tuve adentro, me sentí volando, se empezó a mover en círculos y a besarme la boca, luego me bombeo un rato metiéndola y sacándola lentamente y luego rápido, me decía apretá el culo puta, pero era tal la dilatación y el placer, que poca resistencia podía hacer para que su pija no entrara y saliera. Pero mirá la puta culona, ni siquiera puede cerrar el culo de lo abierto que lo tiene, hasta que empecé a sentí una corriente que comenzaba en la cola y me daba la vuelta hasta el estómago, estaba por tener un orgasmo y sin tocarme. La abracé fuerte con las piernas al tiempo que jadeaba sin cesar, ella se dio cuenta que me venía y me decía pero mirá la culona, se está acabando por el culo, como las putas y me acabó adentro sintiendo un calor hermoso dentro mío. El placer de haberla hecho terminar en mis entrañas fue inmenso y me sentí de ella totalmente. La sonrisa que puso cuando descubrió mi orgasmo sin tocarme no la olvidaré jamás te acabaste como las putas, por la cola, me encanta que hagas eso. Fue hasta el baño y trajo un consolador muy grueso, aunque no largo, lo encremó y me lo metió en el ano, totalmente dilatado, luego me abrazó y me dijo que durmamos. A las dos horas sentí que me sacó el consolador y me mamó la cola haciéndome delirar, me lubricó y me volvió a coger hasta que se cansó. Me hizo decir que era su puta, que me iba a ir a vivir con ella, que me gustaba su pija. con esa cola, me di cuenta en seguida que muy varoncito no podías ser, solo una puta bien puta puede tener ése culo Desde ese día me coge cada vez que quiere y le encanta hacerlo mientras camino moviendo la cola y boca arriba como las putas según ella.