Hola a todos, llevo un tiempo leyendo relatos y por fin me anime a contar ésta experiencia tal cual la viví a si que posiblemente sea diferente a lo que crees que será. Cambie los apellidos por privacidad y algo de anonimato, que lo disfrutes.
Mi novia Francisca.
Caminando por los andenes de el metro, ligeramente perdido en mis pensamientos tanto como en mi andar, escuchando musica con significado y coherencia, a diferencia de algunas bandas de moda entre los niños. Siguiendo con la historia, avanzando entre las estaciones próximas a mi casa, en hora pico, rodeado de gente, veo algo que me deja completamente perplejo, nunca había sentido algo así, mi corazón acelero el bombeo de sangre, mis pupilas se dilataron, veía lo que a mi gusto era la mujer mas hermosa que ha pisado la tierra (cabe decir que en ese tiempo yo era completamente hetero), cabellera castaña, piel muy blanquita como de porcelana, no tenia un rostro totalmente perfecto pero sus facciones eran completamente femeninas, mi mirada se centra en su pecho, contextura delgada con pechos acordes, ligeramente pequeños para alguien de su edad, cintura voluptuosa con un trasero firme y atractivo, no muy grande, piernas largas y esbeltas, unos ojos azules totalmente preciosos en los que, debo admitir, me perdí en el primer instante en que los vi, labios finos y dientes blancos, tenia una sonrisa muy linda. Era y es una chica muy bonita con curvas deseables así que naturalmente atraía miradas que nunca devolvía, lo se porque la mire todo el tiempo, creo que se dio cuenta porque me sonrió con timidez , esa visión me dio la confianza que necesitaba en ese momento, sabia que todavía ni le gustaba pero me devolvió la mirada con una sonrisa, cosa que no le hizo a ningún otro chico. Pensé que mis pensamientos eran erróneos, me «pasaba royos» dije, así que trate de no mirarla mas y observar el paisaje, cerré los ojos y me concentre en la letra de la canción que escuchaba, puse mi mente en blanco y pensé en mis estudios, ese era mi ultimo día antes de salir de vacaciones, segundo año de ingeniería comercial, todos los ramos pasando, estaba feliz de mis logros, que a base de puro esfuerzo y dedicación consolide. Sonreí recordando a aquel profesor tan exigente y frío conmigo, recordé cuando me dio la mano felicitándome, que gratificante. Perdido en lo mio logre sacar de mi cabeza a esa chica que era la hermosura encarnada en mujer, cuando sin previo aviso siento una mano en mi mejilla, abro los ojos, no sabia quien era, estaba dentro del metro, pudo ser cualquiera, pero no, vi esa carita angelical sonriendome de oreja a oreja, me saque los audífonos y pause la musica.
-Hola- me dijo ella tímidamente manteniendo esa sonrisa
-yo te he visto, estudiamos en la misma universidad- dijo sonriente sin sacar la mano de mi mejilla
Me quede perplejo por un rato, ella saco su mano de mi mejilla y dije:
-nunca antes te había visto, como te llamas?- si, lo se, que estúpida respuesta.
-Francisca Gracia y tu?- dijo sonriente y mirando fijamente a los ojos
-Joaquin Vera, me encanta tu nombre- dije
Y así seguimos hablando y conociéndonos, ella estudia odontología y va en su cuarto año, su padre es cirujano y su madre terapeuta ocupacional, es hija única, etc.
Como era viernes y no había preocupación de llegar a casa a dormir las clásicas 3 horas diarias dignas de un universitario nos pusimos a conversar en un parque muy lindo cerca de la casa de Francisca, un lugar muy adinerado a decir verdad, a eso de las 8 o 9 de la tarde, cuando el sol se pone en verano me propuso ir a su casa en otro rato, yo acepte feliz. Lo que mas me gusto de estar en ese parque con ella era verla sonreír, sonara cursi y lo que quieras pero es la verdad, nunca antes había sentido nada así. Ella abrió la puerta de su casa y me invito a pasar sonriente, por alguna razón me sonreía todo el tiempo. En su casa no había nadie, solo una mujer de edad muy simpática llamada Ana que era la empleada, me contó que conoce a Francisca desde que nació. Pase a su cuarto, era bastante lindo, decorado y pintado como el de una niña, todo rosa y blanco, tiene 22. Me senté en la cama y ella a mi lado, pensé: «esta es la mía, has hecho esto un millón de veces» y le conversé de manera más tierna y ella se dejo hacer, se fue apegando a mi cuerpo como si yo fuera mas que un tipo que va a su universidad, con mis dedos le levante la barbilla y le di un suave y tierno beso en los labios, ella me correspondió, pasaron los minutos y debía irme, me dio su número, yo el mio, otro beso y me fui. No tenia idea de donde estaba y era de noche, sin duda me demoraría en llegar a casa, pero no me importo, estaba mas feliz que un perro con tres colas, ese pedazo de mujer se fijó en mi, ella podía conseguir al que quisiese pero me eligió a mi. Por fin llegue a mi casa y caí dormido como piedra.
Al día siguiente desperté a las 1pm y estaban mis 3 hermanos almorzando con mi madre, somos una familia muy unida, mi madre es abogada y gana muy bien, así que nada nos falta. Salude, comí y me fui a bañar, estaba muy feliz y me sentía medio «ido», como si mi mente estuviera en otra parte.
Ese día me lo iba a tomar para mi relajo, iba a jugar xbox, tomarme algunas cervezas y pedir una pizza hasta que una llamada intervino mi rutina, era ella, preguntando con su melodiosa voz si gustaba acompañarla al cine, dije que si, me vesti bien y todo eso, tome mi billetera y partí a su casa. Cuando llegue la llame al celular, salio en seguida, estaba preciosa con el cabello sobre su hombro derecho, ligeramente maquillada, una blusa rosada con lineas blancas, un jeans ajustado de color negro que marcaba su firme trasero, unos tacos no muy altos que le respingaban la cintura y la espalda baja y una de sus carteras de cuero cafe. Obviamente yo pagaría todo, mi orgullo no me permitiría dejarla pagar, me criaron para caer en el margen de caballero. Dentro de la sala a medida que la película avanzaba note como ella abría los ojitos y se echaba para atrás por el miedo, yo corrí la barra que nos separaba hacia arriba y la abracé, ella entrelazo sus dedos con los mios sin establecer contacto visual, en ese momento se me acelero el corazón, fue como ser un niño inexperto otra vez, me tranquilice y le bese la frente de la manera mas dulce que pude y la hice sentir protegida a lo que ella respondió gustosa apegándose mas a mi, me miro a los ojos y yo sus labios, nos besamos por toda la película y cuando termino la lleve a su casa, caminábamos de la mano. Y así transcurrieron los días, las citas y los sentimientos se convirtieron en emociones, no te voy a mentir, estaba enamorado hasta las patas y era mutuo, le propuse ser mi novia, lo cual ella acepto en seguida, todavía no conocía a sus padres y ella tampoco a mi familia (llevábamos 1 semana) ella me decía que eso la ponía nerviosa, pero no era esa la razón. Me pareció raro que, siendo dos adultos responsables en una relación con amor abundante no hayamos tenido intimidad, ella no quería, me había confesado su virginidad y también que nunca había tenido un novio, lo cual me extraño por su belleza pero me encanto porque fui su primer beso. El momento se dio en la noche de el día de San Valentin, jamas voy a olvidar ese día, nunca se me hubiera pasado por la mente esa situación, voy al grano:
Estábamos en su casa llegando de una cena romántica (sus padres habían saludo a una ellos también y pasarían la noche en una casa que ellos tienen en la playa, ellos sospechaban que Francisca tenia algo y por eso se dieron el lujo de salir, o eso creo yo), estábamos en su cuarto entre beso y toqueteo dirijo mi mano a su pecho, por debajo de su blusa, palpando su piel caliente y su sostén, comiéndole el cuello la acosté cuidadosamente mirando hacia arriba mientras le besaba la nariz y le mordía los labios, ella gemía ligeramente y palpaba tímidamente mi pene de 19×6, le saque la blusa, luego el sostén, le di placer a través de sus pezones rozados dejándolos como piedras, aunque note que cada vez se movía menos y comenzó a temblar, me detuve y le pregunte que pasaba, ella respondió llorando que por favor no me fuera a enojar y que no la vaya a dejar, mi mente daba mil vueltas y no sabia mierda estaba pasando, ella trataba de hablarme pero no tenia ni la voz, lloraba, yo la abrazaba, le decía que la amo y que nada nunca lo podrá cambiar, ella respondió nada mi amor? Y yo le dije que si, nada. Ella dejo de llorar y se bajo sus pantalones de vestir ajustados color azul claro hasta los tobillos dejandome totalmente erecto y me prometí que me comeria esas piernotas que tenia (todavía no sospechaba de lo que ella ocultaba), se puso de rodillas a mi y bajo su calzón verde dejando ver lo que parecía ser un diminuto pene, ahí fue cuando el tiempo se paro para mi, trataba de asimilar lo visto, cero ideas en mi cabeza, todo blanco, dudando de mi heterosexualidad y maldiciendo a la nada misma pensé: «Joaquin, mirala, que ves? Ves a un tipo a ves a tu novia? Ves a tu novia llorando y suplicando tomando tus rodillas, y tu, como un hijo de puta mirándola sin decir nada, la amas? Claro que la amas, entonces de que importa su pasado? Puedes seguir amándola, no te debe importar la opinión de terceros y lo sabes bien» entonces tome sus manitos y la levante, estábamos de pie, ella desnuda y yo con mi pantalón y le dije:
-Francisca, te amo tal cual eres- solo eso se me ocurrió, parece poco pero cuando viene del corazón vale mucho, ella sonrió, la sonrisa mas grande y hermosa que jamas vi, seguía llorando pero de felicidad, solo atino a murmurar nombre en un sollozo y a besarme apasionadamente, ella estaba arriba y yo palpando sus riquisimas y firmes nalgas desnudas y su cintura, para mi se sentía como una mujer así que no me fue dificil hacerlo, ella me saco el pantalón quedando solo en boxees manchados me mi liquido preseminal, ella muy tímidamente comenzó a besar mi paquete y a darle pequeños mordiscos, me saco el bóxer y lo admiró, seguramente al ser el primero que veía en persona se sorprendió, lo olió, lo lamió y se metió la cabeza, fue maravilloso sentir a su lenguita jugar con mi glande, empezó a tragar y comiendo un 80% de mi pene, sus ojitos estaban cerrados y yo la observaba acostado, aceleró el ritmo y en 15 minutos estaba a punto de correrme, le dije que parara y se pusiera en cuatro, es culazo perfecto en forma de corazón, era justo como lo había imaginado pero en vez de una vagina había un par de testículos pequeñisimos y no podía ver el pene porque este estaba erecto pero si podía ver una linea de liquido preseminal cayendo a la cama, no sentí asco ni nada así, su ano era rosado ya que ella es muy blanca, me dijo:
– Con cuidado bebe que soy virgen
– no te preocupes, no te va a doler amor- introduciendo mi lengua en su ano y hize que ensalivara un dedo para introducirlo en su ano, savia que le iba a doler asi que con cuidado meti la mitad de el dedo y ella gimió lo mantuve ahí y fue entrando otro y otro, ya estaba lista para que la desvirgara, pensé que al masturbarla le haría mas fácil la dilatación pero no quise hacerlo, metí la cabeza y luego la base hasta que lo introduje completo, ella gimiendo dijo:
-Ahhh bebe no la vayas a sacar por favor, me encanta tenerte dentro aaaahh te amo, hazme tuya, parteme en dos te lo ruego- dijo casi gritando y sonriendo entre gemidos.(esa sensación era nueva para ella)
Yo seguí las instrucciones y la folle al principio despacio y después fuerte y hasta a dentro, ella en una nube de placer, todo era nuevo para ella, le dije:
– amor, sientate arriba de mi, te quiero mirar a los ojos antes de correrme- dije entre gemidos producidos por su ano masajeando y apretando mi pene.
– ahhh si amor, todo lo que tu quieras ahhh- se puso arriba de mi con aire de gatita y de niñita buena, eso me mato.
Le tome las tetas acariciando sus aureolas mientras ella saltaba arriba de mi, no pude evitar ver su pene, es de 11×4, estaba erecto y a rojo con su piel blanquita cubriendo la cabeza, yo sin pensarlo deslice su piel para atrás escuchandola gemir mas fuerte la masturbe rápidamente, eso era nuevo para mi y me encantaba, cubriendo su pene pequeño con toda mi mano masturbandolo acorde a sus saltitos sobre mi cuando me dijo:
– Be… Bebe.. Voy.. a explotar… Ahhhh ahha- dijo encorvando su espalda y abrazandome vi como se corría, un chorro de su lechita casi transparente llego a mi boca, otro a mi pecho y el ultimo a mi ombligo, yo me corrí dentro de ella en el mejor orgasmo de mi vida, veía su rostro, ella acostada arriba de mi con todo su cuerpecito inmóvil, respirando muy rápido besando suave mi pecho diciendo que me ama mas que a nada y cosas de ese estilo, era la ternura hecha persona, me miro a los ojos, vi sus hermosos ojos azules llorosos por la felicidad de que la haya aceptado como es, sonriendo y llorando besandome desconsoladamente en todo el rostro dándome las gracias y diciendo que me ama, yo la deslice cuidadosamente a un lado de su cama (es de dos plazas), estábamos tan cansados que nos dormimos así mismo, yo la tape y la abrace toda la noche, no podía darle explicación a lo que acababa de hacer, pero la amaba y eso bastaba para mi, escuche que dijo:
-te amo Joaquín…- y su voz se apago, se durmió profundamente con una sonrisa en sus labios. Yo la bese en la boca y la abrace, estaba confundido por lo que había pasado, me daba mil vueltas y mi cabeza trabajaba para procesar lo que viví, es fácil actuar cuando no hay tiempo para pensar, aunque no me arrepiento de nada, ambos dormimos.
Digo de ante mano que no soy de los que escriben y este es mi primer relato, trate de acortar todo lo que pude y de eliminar algunas partes no tan importantes para que no sea tan agotador leer, si te gusto hazmelo saber para publicar mas partes.